Durante la segunda mitad de la década de 1860, Monet pinta un estilo que recuerda al de Edouard Manet. A medida que amplía su estilo, Claude Monet se enfrentará a dificultades económicas, ya que ningún Salón quiere exponer sus lienzos, a pesar del éxito de La Femme en robe verte, que representa a Camille Doncieux, la mujer que se convertirá en su esposa en 1870. Posteriormente, Monet viaja a Londres durante la Guerra franco-prusiana y conoce al comerciante Paul Durand-Ruel, quien le comprará sus lienzos y contribuirá a la difusión de las obras de los impresionistas.
Una parte del futuro grupo de impresionistas se une en 1872 en Argenteuil —formada por Monet, Manet y Renoir—, y el primer lienzo que surgirá de este movimiento artístico será Impresión, sol naciente, y que, de hecho, dará su nombre al movimiento. Esta pintura se presentará al público en la primera exposición impresionista en 1874. Este será el año que marcará el apogeo del Impresionismo y definirá a Claude Monet como uno de los creadores del movimiento. A pesar de la crítica satírica, los impresionistas presentarán seis exposiciones hasta 1882. Las continuas compras de Durant-Ruel le permitirán a Claude Monet vivir dignamente sin necesidad de participar en los Salones oficiales.
En 1883, se traslada definitivamente a Giverny con su amiga Alice Hoschedé, los seis hijos que ella tuvo con Ernest Hoschedé y sus dos hijos propios; su último hijo no llegará a conocer a su madre, muerta en el parto en 1879. Giverny se convertirá en un verdadero remanso de paz para Monet. A pesar de los numerosos viajes que realizará para inspirarse con los diferentes paisajes franceses, finalmente será en 1890 cuando decidirá comprar la casa en la que vivia Giverny, y cuyos jardines le inspirarán para crear obras tan famosas hoy en día como la serie de los Nenúfares. El 5 de diciembre de 1926, Monet fallece en su casa de Giverny rodeado por su familia. Tras su fallecimiento, se creará la fundacion de Monet para conservar el patrimonio de Giverny y abrirlo al público.



